Gregorio camina a pasos largos por la calle Rosas. Se dirige a la plaza Brasil para juntarse con su amigo Víctor. Al llegar se abrazan como si no se vieran de años. Ellos tienen dos cosas en particular: Los dos viven en el barrio Brasil y nacieron en el mismo lugar, Paris. Amigos de años, aproximadamente ocho. Ahora se encuentran de intercambio en nuestro país, en la cual comparten, según Gregorio, “Una de las experiencias más lindas de sus vidas”.
El nombre verdadero de Gregorio es Grégoire Chaclenet. Lo llaman así, porque es más fácil su pronunciación. Tiene 20 años y estudia ciencias políticas en la Universidad de Chile. Llegó a Santiago a fines de Julio. Vive en la Avenida Brasil con Rosas, en la pensión de la Señora María Alicia. Comparte casa con 12 extranjeros más. La mayoría franceses. También hay alemanes y estadounidenses, más dos chilenos que provienen de la cuarta región, la Serena.
Según María Alicia (52), dueña de la pensión, “sus hijos”, como los llama a todos los estudiantes de intercambio que viven con ella, son jóvenes tranquilos, pero con una energía que triplica al de un chileno: “Siempre andan planeando para los fines de semanas salidas al aire libre. Al contrario de mis dos nortinos, que llegan cansados con solo ganas de acostarse y dormir hasta tarde del próximo día”, dice riéndose María Alicia. “También se nota mucho la diferencia cultural, ellos valoran mucho más la arquitectura y los monumentos históricos del barrio”, agrega.
Gregorio es un aficionado a la arquitectura antigua y clásica, por lo cual ha quedado fascinado con varios lugares del barrio, como la casa amarilla, la caras de la pared, el renacentista, la casa roja, la caridad, el castillo, el mito, entre otras. Todos lugares particulares de Brasil. “Es muy bonito el lugar, es lo que más me encanta del barrio, su valiosa arquitectura. Eso lo hace ser diferentes a los otros barrios que he conocido en la ciudad”, comenta.
La misma pensión de la señora María Alicia es un lugar con mucha historia. Hace siete años atrás fue nombrada patrimonio cultural. Su diseño interno es arquitectura del siglo pasado. La casa perteneció a sus bisabuelos, luego pasaron a sus padres y en el 72, poco antes del golpe militar, empezaron a utilizar la casa como hogar para estudiantes provenientes de otros lugares. El techo de la casa está diseñado con un estilo clásico medieval. Los muebles son antiguos, pero se mantienen impecables. El piso es de madera, como en todas las casas o casonas del siglo XX. Sus puertas son grandes, más de dos metros, en la cual está diseñada con madera y con dibujos asiáticos de vidrio.
Aparte de admirar las construcciones del barrio, Gregorio, más el resto de los estudiantes de intercambio, sitúan ir al galpón Víctor Jara a presenciar tocatas y escuchar lo que se venga, para ellos todo tipo de música es bienvenido de la mejor manera. Víctor, el mejor amigo de Gregorio es el más motivado para estas cosas, no se pierde ningún concierto en el barrio: “Me encantan, sobre todos las de rock & roll. En París no es muy frecuente esto de hacer varias tocatas en un mismo lugar, me encanta”, enfatiza alegremente, pero de forma lenta para que se entienda lo que dice. Es el que más le ha costado aprender español de todos los extranjeros que viven en la pensión, sin embargo es el más querido de todos.
El barrio Brasil los unió, convirtiéndose en los mejores amigos de la pensión. (A la izquierda Gregorio y a la derecha, Carlos, chileno y estudiante de ingenería en informática en Inacap)
Junta de vecinos
Los fines de semana el carrete en Brasil ha traído noticias negativas en este último tiempo. Jóvenes universitarios e indigentes han provocado varios desórdenes públicos bajo el efecto del alcohol, generalmente en la plaza, donde se juntan varios grupos de todo tipo (punks, metaleros, pokemones, etc.). Según Nazaret Barrías (47), secretaria de la tercera junta de vecinos del barrio “Capuchinos”, ubicada en Ricardo Cummings 202, los estudiantes extranjeros jamás han protagonizado una pelea o desorden público por voluntad propia: “Son buenos para tomar, pero se comportan bien los chiquillos. Se preocupan de pasarla bien y no de andar armando problemas”, enfatiza Barrías. Esta tesis del buen comportamiento de los estudiantes de intercambio, la abala completamente María Alicia. Ha vivido 36 años con jóvenes de otros países, y según ella, se siente la mujer más dichosa por estar viviendo esta experiencia de vivir con ellos: “Cada día me nutren, me revitalizan y hacen que mis ganas de seguir viviendo sean mayores. No sé como agradecerle esto a Dios, pero le doy las gracias por darme la oportunidad de vivir lo que estoy sintiendo”.
"Aparte que me pagaban bien, tuve el honor de bailar un pie de cueca con Don Francisco"
Una dueña con pasado televisivo
La dueña de la pensión, María Alicia Cantón fue modelo de Don Francisco cuando tenía tan solo 19 años. Participó con él, en la entrega de premios que se realizaban en el Hotel Sheraton. Gracias a este trabajo, las puertas laborales se le abrieron en varios lugares, cosa que a María Alicia la hace emocionar bastante: “Aparte que me pagaban muy bien, tuve el honor de bailar un pie de cueca con Don Francisco”.
El origen de su estrellato a las pasarelas y medios de comunicación se precisa en el momento que fue elegida por la Radio Portales, entre 80 modelos, para un spot publicitario. “Trabajar en eso me hizo tener personalidad y conocimiento en muchas cosas. Pienso que si no hubiese trabajado como modelo, en este momento me costaría mucho ponerme al nivel de estos muchachos, porque no tendría personalidad y cultura para relacionarme con ellos. Son muy desarrollados y completos en todo, por lo tanto me tuve que yo adaptarme. Si se acostumbraron bastante bien al barrio ¿por qué yo no a ellos?, dice.
Gregorio y María Alicia. Dos culturas diferentes unidas en un mismo barrio.
Al final de cada día, Gregorio nota sentirse tranquilo y a gusto en el barrio:” Su fachada es ideal para recrear la vista, la plaza Brasil es perfecta para sentarse y leerse un libro, son cosas que un extranjero a la larga agradece tener en el lugar donde vives, espacios para pensar y despejar la mente un momento y la tranquilidad que posee este barrio te lo da. Esa es la mística de Brasil”.
jueves, 11 de diciembre de 2008
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